Deshaciendo la presión!

Algunos padres, hijos y profesores viven la educación desde la presión. Cada día, como psicóloga, recibo más casos a la consulta de padres preocupados porque los hijos viven la escuela con ansiedad. En las formaciones profesores detecto su ansiedad y “indefensión” en el aula y fuera de ella. Y con los niños detecto frustración y falta de motivación.

¿Por qué razones?

Son varias. Unas veces son para casos de “Bullying”, donde muchas veces no se aborda de una manera “justa” y “reparadora” para todas las parts.D’altres son casos en los que un niño se puede sentir “estigmatizado” en su proceso de aprendizaje, como si no diera “la talla”, como si no acabara de llegar a los cánones estipulados por la escuela. Otros la presión que se recibe en casa, o viene de la escuela y de la sociedad en general, hace que en vez de ayudar, se vean obstaculizadas las potencialidades de cada niño, el cual con un poco de ayuda y tiempo acabaría resolviendo sus conflictos y carencias. ¿Por qué no todos vamos al mismo ritmo, no todos tenemos las mismas capacidades ni motivaciones en la vida. Y es que seguro que todavía recordamos cuando nos atravesaron las mismas asignaturas que a nuestro hijos en estos momentos y quizás ahora de gran miramos atrás y pensamos: “Uf, qué palo!”

Sabemos que hay muchas otras inteligencias aparte de las formales y que éstas no se valoran lo suficiente ni en la sociedad en general ni a la escuela en concreto, quizá porque todavía no estamos preparados.

La cooperación, la solidaridad, la compasión, el trabajo en equipo, el tener curiosidad por aprender cosas nuevas, la capacidad de reflexionar sobre el mundo que nos rodea y cambia constantemente, la resiliencia, la automotivación, la capacidad para resolver problemas reales, todo ello debe estar presente en el currículo actual también ya que la sociedad ha cambiado y continúa haciéndolo.

Por otro lado, acuden más padres a la consulta preocupados porque no ven a sus hijos “motivados,” animados con su propio aprendizaje “…. y que no quieren que esto pase, quieren que por encima de todo sus hijos tengan ganas de aprender !!! Muchos padres de hoy en día se ven muchas veces empujados a ser súper en todo, ellos mismos son personas presionadas. Y no hace falta decir que de padres presionados salen hijos que viven la vida desde la presión.

Ser padre hoy en día es una tarea difícil, o quizás es que la hemos convertido entre todos en una “batalla!

También fue profesores se convierte en una carrera de obstáculos. En las formaciones los profesores se quejan de ver como su “autoridad” en el aula se ve puesta en duda por aquellos padres “coraje” que lo que hacen es reforzar conductas de unos hijos que a veces están “perdidos” y piden a gritos unos límites más claros y firmes llevados a la mochila desde casa.

Por lo tanto ser hijo y sobre todo niño se ha convertido en ser un proyecto de algo en el futuro sin vivir y ser en el presente. Ser hijo no es fácil, voces incongruencias en los adultos constantes, tienes que estudiar cosas que tus padres ya estudiaron, pero ahora desde una sociedad digitalizada que todavía no sabe engullir tanta digitalización. Quizás porque la solución no está en las máquinas … sino en los valores!

Ser maestro puede representar una tarea algo incómodo, sobre todo cuando tienes una clase de chicos que muchas veces van mucho más rápidos que el propio profesor y porque la información está en Internet. Ya no basta con tener la carrera de magisterio y ponerse a la pizarra a escribir o decir la lección, es necesario estar en constante aprendizaje, saber motivar, ser creativo y construir un aprendizaje cooperativo.

 

Por lo tanto quien está cómodo en este sistema educativo, en esta sociedad incluso?

Falta más curiosidad en general, faltan más ganas de sorprendernos, de entusiasmarnos por las pequeñas cosas, más reflexión sobre cuestiones propias y ajenas, reflexión sobre problemas reales, resolver las cosas desde la creatividad y no desde el dogma! Y todo esto comienza también en casa !!!

Los niños de hoy en día son los adultos del futuro y por tanto no los podemos enseñar como nosotros aprendimos. Se acabaron las clases magistrales, los niños tienen que trabajar con el profesor y el profesor con ellos, resolviendo “problemas” reales, no de una manera automática sino de una manera reflexiva y cooperativa. Valorando las ideas, el esfuerzo, el trabajo conjunto y el aprendizaje continuo.

Maestros, padres, niños y todos debemos aliarnos para hacer posible que cada uno de nosotros se desarrolle a su ritmo, para convertirse en quien queremos ser y sobre todo ser que ya estamos.

Esto se logra observando, escuchando, poniendo todos los sentidos en la educación de cada individuo en particular y no intentar “meter seleccionados” en un “patrón” o “modelo”. La educación es cada día, está en casa, está en la calle …. y requiere paciencia y conciencia.

Los trabajos del mañana, tal como las conocemos desaparecerán y necesitarán “personas” flexibles, rápidas mentalmente, cooperadoras, inteligentes también relacionalmente y con unas ganas intrínsecas de aprender sin que nadie les obligue, sólo por el placer de conocer, aprender y crecer cada día.

 

Deshaciendo la presión!

Elisabeth Rusiñol Mirapeix
Psicóloga Sanitaria Colegiada 19049
Tel. 636 367 921
eli.rusinol.psicologa@gmail.com